El último libro que he acabado ha sido Todo lo que podríamos haber sido tu y yo si no fuéramos tu y yo, de Albert Espinosa, y he de reconocer que ha sido un gustazo.
El libro es cortito y se lee muy rápido. Vamos, lo empecé y acabé el jueves por la noche, y la verdad es que me dio cierta pena acabarlo tan rápido, porque es una pequeña fábula que me encantó.
El protagonista del libro es Marcos, un chico con un don especial. Marcos vive en una época en la que las personas han conseguido dejar de dormir gracias a una vacuna, pero él se resiste a perder esos momentos de placer que nos proporciona el soñar. Hasta que pierde a su madre, su guía, y decide dejar de dormir.
Pero entonces los acontecimientos se precipitan con la aparición de una chica, que volverá la cabeza de Marcos del revés antes incluso de cruzar una sola palabra, y de un “extraño” al que Marcos se empeñará en salvar de las garras de los que quieren estudiarlo.
El “extraño” les enseñará a Marcos y a la chica que las cosas no siempre son como creemos. Que el cosmos tiene preparadas cosas para nosotros que no sabemos, y que a veces se equivoca, y eso puede dificultarnos la existencia en lugar de favorecérnosla.
Durante todo el libro Marcos habla de su madre, de las ideas que ella tenía sobre las relaciones, el amor, la pasión, el sexo y la vida. Creo que eso es lo que más me ha gustado del libro. La filosofía que desprenden las palabras de la madre, esa forma de vivir la vida según nos sale del esófago (que no del corazón).
Al final, el libro me da la sensación de ser una pequeña fábula que quiere enseñarnos a vivir y disfrutar de la vida que tenemos, porque no la podremos recuperar.
Me encantó este libro, también me lo leí en un abrir y cerrar de ojos, me encanta la conexión entre los protagonistas, vale que en el libro tiene otra justificación, pero me encanta cuando encuentras a alguien así en la vida, que nada más conocerlo sabes que será especial (y esto se podría enlazar con El mundo amarillo, de A. Espinosa también, te lo has leído?)
ResponderEliminarY me encanta la forma de la que habla de la madre, esa relación entre los dos... salvando las distancias, me recuerda a mí y a mi madre ^^
Besos tinsanarianos,
Naomie.