La trilogía de moda. Los libros que las chicas se
recomiendan entre sí y que los novios y maridos están deseando que lean…
Empecé con el primer libro hace bastante tiempo y a las 10
páginas más o menos lo dejé (si ya lo habéis leído, cuando lo dejé ella no
había ni salido de casa camino a la entrevista). Me parecía que estaba muy mal
escrito y no me valía la pena, la verdad.
Después empecé a escuchar los comentarios de mi entorno.
- - La farmacéutica a la que van mis padres, de unos 30 años: “Pues yo me lo he tenido que dejar de leer porque me parecía muy fuerte”.
- - Compañeros de trabajo: “Pues las amigas de mi mujer se lo están leyendo y llevan a los maridos locos, se lo voy a tener que comprar” “Pues la mía se lo está leyendo y…”.
- - Mi madre: “Pues tampoco es para tanto”.
“Bueno, va, lo habéis conseguido, ¡voy a volver a
intentarlo!”, me dije.
Supongo que a estas alturas aunque no os lo hayáis leído
sabéis que la trama es de una chica virgen que se enamora de un tío al que le
va el sado.
Bueno, pues el primer libro al final me pareció bastante
interesante. La forma en que se retrata la lucha interior de ella. Le quiere y
quiere darle lo que él quiere, pero por otro lado se siente mal cuando él no la
trata como a una novia. Le gustan algunas de las prácticas sado, pero siente un
conflicto interno porque cree que no deberían gustarles. También, más de lejos,
vemos cómo lucha él contras sus sombras del pasado. Eso me gustó.
Luego ya llegaron el segundo y el tercer libro, en los que
me da la sensación de que no pasa absolutamente nada interesante…Vale, sí, él
sigue luchando contra sus sombras del pasado y vemos como le afecta enamorarse
de ella y tal, pero básicamente se pasan los dos libros que ella hace algo que
a él no le gusta, se pelean, tienen sexo duro, se reconcilian, tienen sexo
tierno. ¡Y así dos libros!
El caso es que, en mi opinión, los libros tienen tanto sexo
que pierde el morbo y la gracia. Por ejemplo, en “Las ranas también se enamoran”
hay dos o tres escenas explícitas de sexo y me parecieron mucho más eróticas,
que leer dos o tres escenas por capítulo.
Dato curioso, llegó un momento en el que me ponía muy
nerviosa leer todas y cada una de las veces cómo se quitaban los dos los
calcetines. Vale, ya sabemos que la autora tiene un trauma con lo de no
quitarse los calcetines para follar. No es necesario que lo escriba explícitamente
en todas y cada una de las escenas, de verdad…
Total, que libros con escenas sexuales ha habido toda la
vida, tampoco se a qué viene tanto revuelo con estos.
Conclusión: si quieres leer sobre sexo exclusivamente, léelo.
Si quieres leer un buen libro, no lo leas. Si quieres leer un libro “de chicas”,
que tenga sexo y esté bien, escoge otro; por ejemplo “Las ranas también se
enamoran”, “Los caracoles no saben que son caracoles”, “Sexualmente” o, para
mejor literatura, “Lolita”.